Ernesto Benítez: regurgitador de incomodidades
Por Yenny Hernández Valdés
La obra del artista Ernesto Benítez (La Habana, 1971) requiere de una pausa, de un instante meditativo en medio de la vorágine del mundo contemporáneo para acercarnos a ella. Valga decir que Benítez nunca ha sido demasiado académico ni institucional. Es un artista que rehúsa de lo panfletario y de discursos melosos e insípidos. Ciertamente, su obra ha intentado evadir, dada esa naturaleza incómoda que lo caracteriza, los intersticios clasificatorios del “gran arte”…