(Se muestra sólo una selección de Objetos, Esculturas e Instalaciones de cada serie producida para ofrecer una visión global del trabajo)
Ab æternō, 2017-2018 (Las Cenizas del Pensamiento) Conchas, Cenizas y Diamantes
In Absentia (Sin Arrepentimiento ni Penitencia)
Esculturas e Instalaciones Artísticas (Ernesto Benítez, Arte Contemporáneo)
El efecto derivado de la interacción de las obras con el público, así como los conceptos de tiempo y espacio son algunos de los elementos discursivos más importantes en el marco de las indagaciones y las reflexiones que Ernesto Benítez propone con su praxis artística. No resulta extraño, pues, que apelara a la escultura y a la instalación artística como recursos expresivos de gran peso en su propuesta estética. Las soluciones presentadas en dichas instalaciones han sido y son diversas: entre ellas podemos encontrar, por ejemplo, instalaciones interactivas en las que el espectador, sin darse cuenta, deja siempre algo suyo –físicamente hablando- en las obras mientras las recorre; video instalaciones que se proyectan sobre el propio espectador, haciéndolo partícipe involuntario; instalaciones cinéticas (instalaciones escultóricas) donde también incorpora audio y sonidos, specific site installations o instalaciones pensadas para espacios específicos que explotan las características y el aura de contextos varios; Instalaciones con dispositivos electrónicos y programación digital incorporada; Instalaciones de arte concebidas a partir de objetos encontrados o con documentos y objetos personales, Instalaciones compuestas por piezas escultóricas u objetos manipulados y recontextualizados; Instalaciones que contraponen, contrastan o complementan los ámbitos analógico-digital u online-offline con el empleo, entre otros, de códigos de respuesta rápida (Códigos QR) o instalaciones de arte con transmisiones simultáneas en streaming (video) vía internet que luego proyecta en los espacios de exhibición integrando obras físicas y digitales para reflexionar acerca de las fronteras entre lo real y lo virtual y dialogar con las nociones de tiempo y espacio o sobre la propia atemporalidad y el no-lugar.
En alguna oportunidad hemos constatado inclusive cuán importante resulta el elemento tridimensional u objetual para este artista aun cuando de obras bidimensionales se trata y es que Ernesto se mueve en las márgenes de la tridimensionalidad aportando soluciones y conceptos espaciales que acentúan la proyección discursiva de sus diferentes propuestas, sus series de obras o sus exposiciones.
Ernesto Benítez emplea materiales diversos en sus obras instalativas y sus esculturas. Muchos de ellos son de origen orgánico y están relacionadas con el fuego y lo quemado. Así podemos encontrar objetos, instalaciones y esculturas realizadas con cenizas de diferentes fuentes combustionas y hollín: cenizas de cigarrillos, de incienso, de libros quemados (libros de historia, de filosofía, textos científicos y otros), cenizas de hogueras extintas y abandonadas, de incendios forestales y todo tipo de detrito generado por la acción del fuego como agente de muerte y transformación (incluidas aquellas procedentes de incineradoras y hornos, tanto de cremación, como de fundición artística). Los emplea, recontextualizados, junto a otros materiales de distinta y muy particular procedencia como las telarañas (telarañas), polvo y suciedad que minuciosamente extrae de iglesias, museos y otros paradigmáticos y muy simbólicos emplazamientos. Materiales todos que se erigen como componentes ideológicos y que el artista recolecta y clasifica con una disciplina y un rigor cuasi alquímicos: sal, arcilla, carbón vegetal o mineral, espigas y flores desecadas y encapsuladas, madera, cristal, metal (bronce, cobre, latón, estaño, plomo…), textiles, y otros minerales (azufre, cal u oro, plata, perlas marinas, diamantes y otros propios del oficio de joyería, herencia familiar.