Sólo Yo en mi Destino (El dolor es La Vida)
1996-1998
Papier mache con textos de filosofía, antropología y documentos personales. 29 x 46 cm. (Instalación de dimensiones variables)
Exhibida por primera vez en la Exposición «El Dolor es La Vida», Galería Luz y Oficios, Centro Provincial de Artes Plásticas y Diseño (CPAPD), La Habana.
To Be continuum: Estados en Movimiento
Somos lo que pensamos.
Todo lo que somos surge con nuestros pensamientos.
Dhammapada (Las enseñanzas de Buda)
Sólo Yo en mi Destino… Esta obra desecha la idea del destino ciego o caprichoso, regido por una consecución de fatalismos que de ninguna manera pueden ser cambiados, para sustentar la idea de que el destino es, inevitablemente, nuestra propia y exclusiva obra: un concepto de destino estrictamente acomodado a los méritos y deméritos de cada individuo. O sea, un destino regido por nuestras propias posiciones éticas.
Des/memorias: Transición, Espacio y Tiempo
«No estoy seguro de que yo exista, en realidad»
«(…) no sé nada. Imagínese que ni siquiera sé la fecha de mi muerte…»
Jorge Luis Borges (En entrevista concedida a El País. Buenos Aires, 1981)
Esta obra discursa sobre ceguera moral e inmediatez; sobre las prisas en la era del aquí-ahora; sobre ubicuidad y autosatisfacción. Propone una reflexión en torno a los enunciados fatalistas que condenan al hombre – víctima de las circunstancias e incapaz de asumir las riendas de su propio devenir- a un perenne y caprichoso errar sin finalidad, análogo con el avance a ciegas.
Con un enfoque autobiográfico, esta obra fija la mirada en el destino que ya está siendo: la realidad sujeta al continuum temporal. Consciente de que cada pequeña acción determina nuestras vidas, esta es una obra que (causalidades aparte) revaloriza la capacidad de compromiso del hombre para consigo mismo y su porvenir. “Sólo yo en mi Destino” reflexiona, en definitiva, sobre la responsabilidad para con la construcción de nuestro devenir como un ejercicio de participación en el absurdo esencial de la existencia misma, donde el presente no es algo fugitivo, pasajero, sino el futuro mismo, continuamente persistente y, por lo tanto, duradero… Un futuro en perenne configuración…