Cortina de Fuego (Exitus-Reditus)
2005
Bronce Fundido y textil.
250 x 350 x 46 cm. (Instalación de dimensiones variables)
Obra de Arte para Espacio Específico (Site Specific Art) que se exhibió por primera vez en la Exposición Personal “Exitus-Reditus, Cartografía del Yo”, Galería Servando (Génesis Galerías de Arte), La Habana.
Liminalidad, Transición y Ritualidad en la Praxis artística
«Cortina de Fuego» constituye una metáfora de toda envoltura material y reflexiona sobre las apariencias como revelación del mundo en tanto ropajes que cubren con velos visibles su propia invisibilidad. En esa tesitura, la pieza alude a las vestiduras y envolturas ilusorias y, en tanto símbolo de transición es -literalmente-, una cortina (punto metafórico de unión y separación de los mundos posibles); de modo que, se constituye como marco y punto de partida hacia la transición caracterizada por lo envuelto en el secreto.
Umbral-Fuego y Liminalidad: Espacio de Transición Ontológica
Esta obra abre o inaugura la muestra y se erige sobre las ideas de umbral, preámbulo o, antesala. El paso o «tránsito» que el espectador experimenta atravesando esta pieza, es una expresión simbólica que remite a la liminalidad de la experiencia en el ámbito existencial. Así, alegórico Rito de Iniciación, antecede e inaugura un camino ontológicamente enfocado hacia el desarrollo de nuestras habilidades espirituales, como proposición constructiva de la existencia.
Cortina de Fuego discursa, en resumen, sobre acción y renovación en el ámbito existencial. Propone una visión del mundo donde el auténtico ser de lo real no es fundamento estático, sino dinámico: devenir. Una visión del mundo en la que el hombre es un ser en relación, un ser ontológico no-dual, sino, inmanentemente trascendente).
Aquí las alas enuncian los estados superiores del ser y los colores rojo y negro remiten a la relación cromática del fuego en filosofía hermética y alquimia.